
12 abril, 2025 REFLEXIÓN – ACTUALIDAD

Y se hizo hombre
Cuando San Ireneo dijo que “lo que no se asume no se redime” se refería precisamente a esto: Dios asume nuestra condición humana para redimir o salvar nuestra humanidad; la de cada uno. Fiel a su naturaleza de Amor, Dios se hace ser humano en Jesús para comprendernos y amarnos mejor, para llevar a plenitud lo que somos haciéndose como nosotros; para revelar la divinidad de nuestra propia humanidad en todos sus límites y posibilidades. Dios se hace hombre en Jesús para abrazarnos junto con el Espíritu Santo en su comunidad o ser mismo de Amor y así comunicarnos su vida sin fin.
Como sucede con todos los demás misterios de nuestra fe, no confesamos sólo un hecho del pasado – rememorado especialmente en Navidad -, sino una dinámica vital en todos los pliegues de nuestro ser. Lejos de quedarse solitario o ajeno a lo que somos o padecemos, Dios se vuelve carne entre lágrimas y risas, anhelos y derrotas, cansancios y descanso, amores y partidas, trabajos y enfermedades… Efectivamente, nada de lo que somos es extraño a Dios y todo lo que somos es salvado por Él. Así, por Jesús, en ti y en cada uno el Amor divino se sigue haciendo humano…
Yamid Castiblanco, sj
Sorry, the comment form is closed at this time.