
06 marzo, 2025 JUEVES DE LA SEMANA VIII DEL TIEMPO ORDINARIO / CICLO C
NOS UNIMOS EN LA ORACIÓN POR LA SALUD DEL SANTO PADRE
Que el Crucificado, ilumine nuestras cruces y nosotros ayudemos a aliviar las cruces de las demás.
Evangelio del día
Lucas 9, 22-25
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer día».
Entonces decía a todos:
«Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz cada día y me siga. Pues el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa la salvará. ¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero si se pierde o se arruina a sí mismo?».
Reflexión del Evangelio de hoy
Nos vamos adentrando en la cuaresma, tiempo propicio para repensar nuestras opciones de vida y ver si se parecen a las de Jesús de Nazaret. Ellas serán las que marquen el rumbo y los acontecimientos en nuestro caminar. ¿Por qué temer? Yahvé y Jesús nos acompañan.
Hoy pongo delante de ti la vida y el bien
Estamos ante un momento crucial del pueblo de Dios. Después de una larga experiencia de desierto se encuentran ante la Tierra Prometida. La tierra que Yahvé juró dar a sus padres: Abrahán, Isaac y Jacob.
Moisés, ante la cercanía de la tierra prometida y deseada, la cual mana leche y miel; se para y recuerda la Alianza que Yahvé hizo con su pueblo y el pueblo con Yahvé”.
Sabias y esperanzadas palabras salen de sus labios diciendo: “Escucha pueblo mío, mira, hoy pongo delante de ti la vida y el bien, la muerte y el mal. Yo, temando hoy amar al Señor, tu Dios y seguir sus caminos…, y así vivirás.; Él, te bendecirá y poseerás la tierra donde vas a entrar. Abre tu corazón y escucha la voz de tu Dios”.
¿Qué Dios es tan cercano como nuestro Dios? Él, siempre da el primer paso, nosotros sólo tenemos que abrir nuestro ser, escuchar con el corazón y sentirse uno con la creación.
Su presencia amorosa y liberadora, no es algo que está fuera de nuestro alcance. No es solamente para los sabios y entendidos. Él, nos dice hoy a nosotros: Mi alianza está en tus entrañas, en tu mente y en tu corazón. Elige la vida. Como dice el salmo: Dichosa la persona cuyo gozo es el amor del Señor, fuente de interioridad y compromiso. Es como un árbol plantado al borde de la acequia, da frutos y no se marchita.
Somos libres para elegir
Jesús de Nazaret es nuestra referencia. Lo vemos en el Evangelio:
¿De qué te sirve ganar el mundo entero, tener el máximo poder, si te pierdes a ti misma, destruyes al ser humano y al universo? Siendo la vida el gran regalo de nuestro Padre-Madre-Dios.
El miércoles de ceniza nos recordaban: “Conviértete y cree en el Evangelio”. Palabras liberadoras, salvadoras para este momento de la historia mundial y personal. Nunca tan actuales y oportunas.
Al primer mundo le cuesta decrecer, no quiere pensar, ni recibir a los crucificados. La carrera por el máximo poder pisa todo derecho humano. Cómo descubrir que la locura de la cruz es la que nos ilumina e indica el camino a seguir. Él, el Maestro, entregó su vida para ser fuente de vida para los demás. El Reino que Él encarnó y predicó, tiene como fundamento el amor del Padre-Madre que cuida y defiende al más débil. Qué lejos estamos de comprender la misión de Jesús, igual que los discípulos.
Cuán importante es poseer la Sabiduría que Jesús nos ofrece, para, saber cambiar todo aquello que se puede cambiar y esperanza para seguir creyendo, que el ser humano siempre puede ser mejor.
Que el Crucificado, ilumine nuestras cruces y nosotros ayudemos a aliviar las cruces de las demás.
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