
25 junio, 2025 REFLEXIÓN – ACTUALIDAD

No me quiero bajar
Pues me niego. No, señor. El ser humano es bueno. Somos fruto del amor de un Dios que es bueno. Su reflejo. Y toda oscuridad posible que esté ganando fuerza no es la altura a la que estamos llamados a vivir. Por eso el papa León criticó públicamente el recrudecimiento de la situación que está viviendo Israel con Irán, pues «nadie debe jamás amenazar la existencia del otro». Porque si uno lo piensa, es de locos.
Es de locos que los grandes mandatarios jueguen a las guerras como si fuera una partida del Risk. Es de locos que estén asesinando a miles de personas inocentes por su afán de poder. Personas con la misma dignidad y sueños que tú, que lees estas líneas. Pero más loco todavía que nosotros, consumidores de información, nos acostumbremos a ellas. Uno podría decir: «Ya, pero yo, ¿qué puedo hacer?» Para empezar, orar sin descanso por la paz, «tomarnos en serio lo que rezamos cada día en el padrenuestro: “Como en el cielo, así en la tierra”», afirma nuestro papa.
Y considero que otro gran paso que sí que podemos dar en nuestro microcosmos es no ceder ni a la crispación ni a la desesperanza. Recordarnos que el corazón del ser humano es bueno y vivir todas nuestras relaciones desde ahí. No soliviantarnos ni consumir el contenido que busca que estemos enfrentadados e indignados. Que haya paz. Porque el mundo, aunque quiera Mafalda, no se puede parar. Pero, si quieres, se puede cambiar.
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