12 noviembre, 2024 REFLEXIÓN – ACTUALIDAD
Polarizar la tragedia
Catástrofes naturales ha habido siempre. Esta vez el agua se ha llevado por delante las vidas de muchas personas que vivían en casas humildes cercanas a los barrancos y puentes, pero en otras ocasiones han sido ciudades súper desarrolladas de Japón las que han quedado devastadas tras un terremoto. Nosotros sí, pero la naturaleza no distingue entre ricos y pobres.
Lo que sí constituye una novedad es vivir catástrofes naturales en la era de las redes sociales. Gracias a ellas, toda España se ha volcado para ayudar a los pueblos valencianos. Pero por culpa de ellas la polarización ha emergido con fuerza y rabia ocupando demasiado tiempo y energía en un momento en el que no andamos sobrados ni de una cosa ni de la otra.
¿Tiene la culpa Mazón o Sánchez? ¿El PP o el PSOE? ¿La derecha o la izquierda? ¿Los azules o los rojos? ¿Estado o autonomías? Creo que no es el momento de la eterna y estéril batalla.
Cuando la catástrofe pase (y para eso, todavía falta mucho) tendremos que pararnos a pensar en cómo prevenir desgracias futuras y exigir responsabilidades a quien sea oportuno exigírselas. No creo que ni Sánchez ni Mazón quisieran que pasara lo que ha pasado. Nadie está preparado para una hecatombe de esta magnitud. Pero si las cosas podrían haberse hecho mejor de lo que se han hecho, conviene saberlo y mejorar la estrategia por si una desgracia así vuelve a suceder.
Quiero creer que lo que nos ha movilizado a los valencianos ha sido la solidaridad y la «germanor». Pero empiezo a intuir que hay mucho de polarización política y de postureo social detrás de las acciones de estos últimos días. De un lado y de otro.
Me da pena.
Instagram está inundado de fotos de palas embarradas, botas manchadas y coches sumergidos en el fango con frases que culpan a unos o a otros. No frivolicemos incluso esto. Esto no va del pueblo contra la clase política, ni de la clase política contra el pueblo. Esto va de humanidad.
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