Mi abuelo decía: «Las cosas se hacen en gerundio; querer-queriendo y hacer- haciendo» Y para todo, voluntad.

Adicciones, así se llama esta sección de la revista y cada vez que nos lanzamos a la maravillosa e intensa búsqueda del mejor de los materiales para presentártelo en la forma de un interesante y buen artículo, tenemos, primero que nada, que considerar y no perder de vista el significado de esta palabra: Adicción: Del Latín addictio,-onis «Hábito de quien se deja dominar por el uso de alguna o algunas drogas tóxicas, o por la afición desmedida a ciertos juegos. Asignación, entrega, adhesión».

Al ir leyendo las palabras que componen el significado de Ågadicción me doy cuenta que está llena de movimiento y que involucra la voluntad de la persona; es un hábito (modo especial de proceder o conducirse adquirido por repetición de actos iguales o semejantes), de quién se deja dominar.

Una adicción es un «dejarse (voluntariamente)» dominar, vencer muchas veces, hasta que se te hace una costumbre.

Todos sabemos de sobra que te puedes hacer físicamente dependiente de ciertas substancias y/o esclavo de ciertas rutinas, pero lo que a veces se nos puede olvidar, es que de ambas cosas puedes salir con un esfuerzo grande de tu voluntad.

Voluntad, divino Tesoro

La voluntad, no es otra cosa que ese tesoro con el que contamos todos los seres humanos, que podemos y debemos educar, entrenar, haciéndola cada vez más fuerte para poder ser dueños y señores de nosotros mismos.

Cuando formas una voluntad fuerte y poderosa, muy difícilmente te dejarás dominar por el que puede ser tu peor enemigo; es decir, tú mismo: Sí, el mismo que conoce hasta el último pelo de tu cabeza o el más recóndito de tus pensamientos, sentimientos o intenciones, y por eso, sabe por dónde atacar, seducir, engañar, pero con tu inteligencia, libertad voluntad siempre puedes optar por lo bueno y lo mejor.

El workout de la voluntad

Pero, ¿cómo educar tu voluntad?, ¿qué workout tienes que hacer o qué debes de comer? No existe una sola receta y más, porque cada persona es única e irrepetible; pero sí hay algunos puntos que puedes considerar, ya sea de ti mismo y del día a día en que vives:

1.- Conocerte a ti mismo: Es lo más importante; saber sinceramente quién eres, con qué cuentas física, psicológica, emocionalmente y espiritualmente.

2.- Aprender a sacarle frutos a tus frustraciones: Diariamente te enfrentas con situaciones, personas o cosas que no necesariamente se dan de la forma que tú quisieras o esperabas y, lejos de caer en la ira o el berrinche, podría ser una gran oportunidad para ejercitar tu voluntad.

Existe una cita que utilizan mucho en las terapias o tratamiento para salir de cualquier adicción y que podría ayudarte si fuera tu caso: «Dios, dame la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, el valor para cambiar las cosas que sí puedo y la sabiduría para notar la diferencia».