11 enero, 2025 GRUPO JOVEN SAGRADOS CORAZONES
GRUPO JOVEN SAGRADOS CORAZONES
Hablemos del alcohol
Está en nuestras comidas, cuando tomamos algo con un amigo y en muchísimas de nuestras conversaciones. Lo ves en las redes sociales, en las series y en toda buena celebración, ¡Eucaristía inclusive! Y es que no podemos ocultar que el alcohol es una realidad presente en nuestra cultura, o mejor dicho, en casi todas las culturas.
Sin embargo, que esté tan presente no evita sus peligros, especialmente entre los más jóvenes, que les ayuda a soltarse y les quita la timidez. Y que es signo de alegría y une personas, eso no lo podemos olvidar. Quizás su principal riesgo a corto plazo no está en la adicción -ojo, que también se da- y en patologías derivadas, sino en accidentes de coche, peleas o problemas de índole sexual. Pero en mi opinión, hay otro problema más gordo detrás: la dependencia social y existencial. Hacer que todo tenga que estar mediatizado por el consumo abusivo de alcohol, y que se asocie la felicidad a estar eufórico con varias copas encima. De tal forma, que la plenitud en nuestras vidas necesita una buena dosis de alcohol, y las dinámicas que eso crea. No alcohol, no party. Afortunadamente, la vida es mucho más.
La solución no pasa por una ley seca, pero sí por ayudarnos -o al menos ayudar a los jóvenes-, a descubrir que en nuestra vida, al menos en los momentos más importantes, el alcohol no es algo fundamental. Y que la vida real nos la jugamos en la autenticidad de nuestras palabras y de nuestros actos, no en la fluidez de nuestra lengua o en la liberalidad de nuestros gestos. En el mundo de la imagen y de la apariencia necesitamos vidas reales, no vidas dopadas.
Y quizás preguntarnos cada uno de nosotros qué importancia le damos al alcohol en nuestra vida, y si este nos controla a cada uno de nosotros de verdad o, sencillamente, si podemos vivir sobriamente, en el mejor sentido de la palabra.
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