
05 julio, 2025 SÁBADO DE LA SEMANA XIII DEL TIEMPO ORDINARIO / CICLO C
Evangelio del día
Mateo 9, 14-17
En aquel tiempo, los discípulos de Juan se acercan a Jesús, preguntándole:
«¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos a menudo y, en cambio, tus discípulos no ayunan?».
Jesús les dijo:
«¿Es que pueden guardar luto los amigos del esposo, mientras el esposo está con ellos?
Llegarán días en que les arrebatarán al esposo, y entonces ayunarán.
Nadie echa un remiendo de paño sin remojar a un manto pasado; porque la pieza tira del manto y deja un roto peor.
Tampoco se echa vino nuevo en odres viejos; porque revientan los odres: se derrama el vino y los odres se estropean; el vino nuevo se echa en odres nuevos y así las dos cosas se conservan».
Evangelio de hoy en vídeo
Reflexión
“Aroma de un campo que bendijo el Señor
es el aroma de mi hijo:
Que Dios te conceda el rocío del cielo,
la fertilidad de la tierra,
abundancia de trigo y vino….”
Es la bendición de Isaac a su hijo Jacob, el elegido por Dios para heredar las Promesas, que hemos escuchado en el libro del Génesis. Isaac es mayor, el pueblo de Israel necesita savia nueva, necesita avanzar, no quedarse en lo antiguo y que un hijo, el vino nuevo, siga su legado, la historia de la salvación.
A pesar del engaño, Dios saca un bien. De Jacob, el futuro Israel, saldrá un pueblo numeroso, el pueblo elegido y amado por Dios “el rocío del cielo, la fertilidad de la tierra, abundancia de trigo y de vino” un vino nuevo que deberá guardarse en odres nuevos…
Anuncio gozoso y burbujeante del Evangelio
De vino y alegría habla el evangelio.
En la parábola de los amigos del novio que no pueden estar tristes durante la fiesta de la boda presenta Jesús una imperiosa alegría. Los amigos del novio son designados en las bodas para mantener la alegría. La presencia del novio los estimula y su quehacer los colma de felicidad. Jesús y los suyos viven un momento de exaltación, la experiencia de filiación, la cercanía del reinar de Dios.
Sería un sinsentido que ayunen los amigos del novio en la fiesta nupcial. Así de contradictorio sería para ellos anunciar el evangelio en medio de ritos luctuosos. Esa contradicción se daría si los discípulos de Jesús que participan de las primicias del Reino de Dios no estuvieran embargados de felicidad por ello. Se trataba de amigos íntimos. Jesús compara a sus discípulos con éstos amigos; su alegría ha de ser semejante.
En el evangelio de Juan nos llamará también amigos.
La vida nueva del discípulo requiere odre nuevos
Vivir en los antiguos criterios, en la precedente situación habiendo llegado la nueva es tan desacertado como estropear un traje nuevo cortándole un trozo para remendar uno viejo. Exige novedad de vida.
Para Jesús la llegada del Reino recrea las cosas. Ya no pueden verse con ojos incrédulos. No es posible meter en antiguos moldes las nuevas realidades.
En la historia de la iglesia está desde sus comienzos la tentación de ajustarse tácticamente a lo anterior para evitar los continuos retos a la conversión del corazón. Pero la palabra del Señor nos ayuda a captar el desafío de una novedad que exige no solo acogida, sino también discernimiento. Y es que solamente un corazón alegre y un corazón renovado puede vivir plenamente el evangelio.
Por el Bautismo pasamos a la vida nueva. Nacer de nuevo del agua y del Espíritu, renovarnos…
«Nos es suficiente ver la vida de un convertido, para observar cómo se cambia. En realidad el Reino de Dios es el verdadero, el único cambio que se ha anunciado en la historia. Y puede asegurarse que allí donde la historia de los hombres continúa como estaba, no ha llegado de verdad el Reino.» (X. Pikaza).
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